lunes, 23 de marzo de 2009

Las olas mi compañía


Ustedes..., si ustedes, ahora no se me hagan los despistados, para algo entraron aquí, atiendan me. Empecemos, me gustaría que se preguntasen que hago yo aquí, en medio de la noche, en alta mar, a cientos de kilómetros del puerto más cercano y un barco alejándose de este punto, dónde la estela de espuma del barco, el surco que deja la quilla del barco casi me ahogo.
Yo salté, si salté de la cubierta de ese barco, no con la disposición a morir, si no con la intención de desaparecer.
Ja, y ahora que me encuentren, lo tienen jodido, cuando se den cuenta de mi falta, tendrán que inspeccionar miles de kilómetros, mi vida no vale ese presupuesto y esfuerzo. Tanto salario y gasolina gastado. Deseo que se olviden de mi.
De pequeño, según en que ocasiones, me encerraba en el armario del dormitorio de mis padres, y deseaba que se olvidaran de mi, para según que ocasiones se cumplía.
Yo fui un niño muy feliz, y en estos momentos, un hombre al agua, muy feliz.

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