En mi otro papel de la vida, la que me provocó el pánico, me encontré con gente, que aparentaba más de lo que era, sobre todo en el plano economico y social. Personas estiradas que llegaban incluso, a esconder cualquier relación con los suyos, interponiendo un cristal antibalas. Pobres infelices despreciables.
A su vez, también me tope con otro tipo contrapuesto, los mezquinos o tacaños, los que nadan en la abundancia y se quejan que no tienen, y lloran y lloran por las esquinas, como los perros cuando mean, aunque aquellos, encuentren ese polvo amarillento de azufre como repelente, continuan lloran. Les da igual montarla, a pesar de la gente con la que esten conozca su situación. Los agarrados despliegan su inconformismo social, "que caro esta todo", "pagar impuestos, ¿para que?, si yo no gasto de nada", "que cada uno se chupe su citope", "yo solo me muevo si tengo beneficio", "no creo en la solidaridad, quien no tiene nada, es un vago", "si doy, tal vez me quede sin nada, y entonces nadie me ayudará"...
Desde la trastienda de nuestras vidas, se nos ve el culo. Ese culo blanco lechoso, ese culo, según los casos peludo o con granos, o ese culo pomposo o desculado... . Según la leyenda un ojo que todo lo ve, nos vigila, es ese gran hermano inventado, el Dios omnipresente.
Lo único que nos controla y juzga realmente es nuestra conciencia, que en muchos casos, es corrupta. Esta comprada para que mire a otro lado.
sábado, 4 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario