martes, 14 de abril de 2009

Una de razones

Me gustaría que alguno de ustedes se pareciera a Hamlet y dudara de las razones por las que me encuentro con el agua al cuello. Paradojas del destino, siutación parecida a la a que me encontraba antes de saltar de la cubierta salada del barco que me "transportaba".

La prepotencia de los humanos. Sé que por mi acto heroico de desaparecer no terminará, ni menguará, pero fue una de las razones de mi decisión de abandonar, de alejarme de esta sociedad; que puede que tenga el mejor material intelectual y tecnológico de la historia para convertirse en algo razonablemente justo y duradero, pero que sigue habiendo muchos miembros de ella que abusan y humillan por el poder.

Seguro que ha habido otros momentos, pero este es el que nos toca vivirlo, habrá otros mejores, pero nosotros ya no estaremos, y pasaran los años, las decadas, las personas, unas sufriendo, otras que se penaran que gente no pueda vivir en mejores condiciones, y muchas que se la pelan, y aún más que disfrutan de ser mejores.

En este tiempo, de expansión y extensión de la cultura, de globalización ideologica, ciertos comportamientos deberían desaparecer. Nos venden, nos enseñan, por la publicidad, la televisión, un mundo solidario que solo es fachada, como esos edificios de los estudios de cine. Somos estupidos, y nos lo creemos, y participamos en su juego, cogemos el telefono y llamamos, y sin pensar demasiado, lo alimentamos, sin caer en la cuenta y sin quitarle, tal vez, cierto valor humanitario, que utilizan nuestros sentimientos para mantener este estado de equilibrios de desigualdad.

La maldita diplomacia de la complacencia, agerrante guasa ante los intereses extratégicos. Los paises europeos que como comparsas de los chistes se ríen de los hijos de puta dictadores económicos, valedores de la prepotencia de Estados Unidos e Israel, que vienen a tu casa y te chulean y...

Esta mañana en el silencio de la mañana he dicho no se oye ni una mosca, y he pensado y si de repente se posara una mosca en mi frente, llegaría exhausta y llegar hasta aquí hubiera sido un acto heroico, una temeridad.

Un acto heroico, una temeridad.

sábado, 4 de abril de 2009

La conciencia juzga, pero ¿es ciega?

En mi otro papel de la vida, la que me provocó el pánico, me encontré con gente, que aparentaba más de lo que era, sobre todo en el plano economico y social. Personas estiradas que llegaban incluso, a esconder cualquier relación con los suyos, interponiendo un cristal antibalas. Pobres infelices despreciables.
A su vez, también me tope con otro tipo contrapuesto, los mezquinos o tacaños, los que nadan en la abundancia y se quejan que no tienen, y lloran y lloran por las esquinas, como los perros cuando mean, aunque aquellos, encuentren ese polvo amarillento de azufre como repelente, continuan lloran. Les da igual montarla, a pesar de la gente con la que esten conozca su situación. Los agarrados despliegan su inconformismo social, "que caro esta todo", "pagar impuestos, ¿para que?, si yo no gasto de nada", "que cada uno se chupe su citope", "yo solo me muevo si tengo beneficio", "no creo en la solidaridad, quien no tiene nada, es un vago", "si doy, tal vez me quede sin nada, y entonces nadie me ayudará"...

Desde la trastienda de nuestras vidas, se nos ve el culo. Ese culo blanco lechoso, ese culo, según los casos peludo o con granos, o ese culo pomposo o desculado... . Según la leyenda un ojo que todo lo ve, nos vigila, es ese gran hermano inventado, el Dios omnipresente.

Lo único que nos controla y juzga realmente es nuestra conciencia, que en muchos casos, es corrupta. Esta comprada para que mire a otro lado.

jueves, 2 de abril de 2009

Mis albatros, mis amigos del estraperlo

Soy una leyenda, desde el mismo momento que me tiré al agua, comencé a ser lo. No era mi intención, como casi todo lo que me ha ocurrido en mi vida terrestre, en esa vida seca.
Las decisiones primarias te llevan a otras decisiones consecutivas aparentemente lógicas, como las cajas de muñecas rusas, matruskas, unas metidas en otras, que al principio no le das la importancia que posteriormente van a poseer.
El arrepentimiento también es de sabios, es reconocer tus errores.

En estas fechas de Marzo de 1962, me siento una ballena, aunque quería ser una mariposa.

Llevo tres días, pasado por agua, hace dos comencé a hablar con los albatros, ayer quede con ellas que serían mi correo, hoy, es hoy.

lunes, 23 de marzo de 2009

Las olas mi compañía


Ustedes..., si ustedes, ahora no se me hagan los despistados, para algo entraron aquí, atiendan me. Empecemos, me gustaría que se preguntasen que hago yo aquí, en medio de la noche, en alta mar, a cientos de kilómetros del puerto más cercano y un barco alejándose de este punto, dónde la estela de espuma del barco, el surco que deja la quilla del barco casi me ahogo.
Yo salté, si salté de la cubierta de ese barco, no con la disposición a morir, si no con la intención de desaparecer.
Ja, y ahora que me encuentren, lo tienen jodido, cuando se den cuenta de mi falta, tendrán que inspeccionar miles de kilómetros, mi vida no vale ese presupuesto y esfuerzo. Tanto salario y gasolina gastado. Deseo que se olviden de mi.
De pequeño, según en que ocasiones, me encerraba en el armario del dormitorio de mis padres, y deseaba que se olvidaran de mi, para según que ocasiones se cumplía.
Yo fui un niño muy feliz, y en estos momentos, un hombre al agua, muy feliz.